LO QUE IMPORTA ES TENER FE

LO QUE IMPORTA ES TENER FE

(Una crítica a la fe popular)

¿Qué piensa usted de esto? La palabra fe es una palabra monosílaba que ejerce un impacto impresionante en el ánimo y la mente de las personas. Por lo general, es bien aceptada en los círculos religiosos y tradicionales de nuestra sociedad que aun entre los maleantes tiene una alta aprobación. ¿No lo había notado? Pero pregunto ¿Qué es lo que hace que la palabra fe llene los corazones de la gente con esperanza? Debe ser el efecto positivo y fructífero que ejecuta este monosílabo cuando las cosas, se supone, han salido bien. Pero cuando salen mal ¿Qué ha pasado? ¿No hubo fe suficiente para ver cumplidos nuestros deseos?
Analizando el asunto, la fe no puede tratarse de un poder invisible que hace que las cosas sucedan al azar o por simple capricho de los humanos. Eso es lo que la mayoría cree, piensa y desea; que sea una varita mágica al igual que en los cuentos de hadas. Y lo cierto es que la palabra fe ha sido trivializada a un punto tal que no importa cuál sea el deseo ni el estilo de vida de una persona, todo se soluciona con “ponerle fe” y mucho “positivismo” haciendo a un lado la verdad bíblica que señala que “todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará” (Gálatas 6:7).

Bíblicamente, fe es creer en Dios. No que si alguno cree en la existencia de Dios (pues la fe bíblica da por hecho que Dios existe), sino creerle a Dios; a su palabra, a sus propósitos, a su evangelio, a sus juicios, a sus dictámenes, y vivir la vida en este mundo haciendo caso de sus preceptos. 

Pero volvamos a lo de la trivialización de la fe. Hay un versículo en el Nuevo Testamento (Hebreos 11:1) que ha sido envuelto sin misericordia alguna en el contexto de la economía doméstica y la conveniencia personal. Pero si leemos el contexto en el que fueron dichas las palabras “Fe es certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” nos daremos cuenta de que nunca será  una base bíblica para decir que Dios nos proveerá de casa, carro, dinero, salud y todo cuanto deseemos por montones. ¡Abramos bien los ojos! El simple acto de decir que “hay que tener fe” no es el “abracadabra” a los problemas de la vida, (Jesucristo advirtió diciendo En el mundo tendréis aflicción), tampoco garantiza que creemos en Dios, ni es prueba fehaciente de una relación personal con él. El único medio establecido por Dios mismo es la persona de Jesucristo, por quien tenemos acceso a la gracia de Dios. No podemos seguir confundiendo –lo que tradicionalmente sostenemos como la base fundamental de nuestra vida- con lo que dice la Sagrada Escritura. Lo que decimos puede no estar en armonía con la fe del evangelio de Dios, y puede llegar a ser contrario a su palabra. Pero tenemos esperanza.
Así pues, antes de cerrar estas notas, quiero invitarle a que siga los comentarios que haremos de nuestras lecturas bíblicas en la carta a los Hebreos, que se encuentra en el Nuevo Testamento y poco a poco desde el primer capítulo hallemos la verdad que encierra este gran libro. ¡Bendiciones











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