NO CESAMOS DE ORAR CON GOZO POR VOSOTROS

Colosenses 1:9-14



UNA ORACIÓN CON FUNDAMENTO APOSTÓLICO

Cuán placentero es saber que alguien, interesado por nuestro bienestar, nos indica que de su propia voluntad ora por nosotros ante Dios. Y precisamente, esto es lo que dice Pablo en su carta a los colosenses 1:9-14; y no solo él, sino que así también los que le acompañan.


          Aunque vivimos en una era colmada de novedades de todo tipo, aun abundan las oraciones, rezos, cadenas de oración, promesas, conjuros, súplicas y ruegos de toda clase, bien sea por dinero, trabajo, salud, bienestar, amoríos, etc. etc. etc. Y todo esto es hecho en nombre de Dios. La oración se nos ha convertido en el aliciente tradicional para todos los males; y poca atención se le da a las palabras de Juan el apóstol, quien escribió lo siguiente: “Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye (1 Juan 5:14). Pues, a decir verdad, es más fácil pedir conforme a nuestra voluntad, que conforme a la voluntad de Dios. Claro, no ignoramos las necesidades que como humanos todos padecemos. Pero, al momento de orar a Dios, la costumbre indica que, el énfasis sobre la necesidad material sobrepasa la espiritual como si ésta no tuviese importancia, o fuese de menor valor.

          Continuando con la lectura de la carta a los colosenses 1:9-14 vamos a destacar las causas que motivaron la oración del apóstol, y de quienes estaban con él, junto a las peticiones hechas ante Dios a favor de los creyentes.
Primero, estos fueron los motivos: el buen testimonio de los colosenses, la profesión de su nueva fe en Cristo, el amor hacia los demás, y la esperanza viva que los motivaba a vivir una nueva vida guiada por la ley y el amor de Dios. Como subrayara Juan en su evangelio: “Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean manifestadas que son hechas en Dios” (S. Juan 3:21).

Ahora, presentamos la calidad de las peticiones: Que sean llenos de su voluntad. Debe entenderse que realmente sea la voluntad de Dios; y no la de los hombres, ni la imaginación de sus corazones. En toda sabiduría e inteligencia espiritual. Al respecto, Santiago hace mención de la sabiduría y la inteligencia terrenal, que es animal y diabólica; y que se da a conocer por su proceder; por su conducta (ver Santiago 3:13-18). ¿Para qué ser llenos de la voluntad de Dios, en toda sabiduría e inteligencia espiritual? Sencillamente, para andar como es digno del Señor. No podemos conceptuar la fe en Cristo como algo intelectual, sin acompañamiento de una conducta propia y pertinente. Ejemplo: recordemos el refrán popular que dice que “el hábito no hace al monje.” O mejor aún, las palabras del Señor: “El árbol se conoce por su fruto”. Así que, conocer la voluntad de Dios debe guiarnos a vivir como corresponde a personas engendradas por su Santo Espíritu. No se trata aquí de medir el cociente intelectual de los creyentes.

También ruega que sean fortalecidos con todo poder. Sin duda, por su Santo Espíritu quien es el ayudador del creyente en Cristo. Ahora, ¿Cuál es la necesidad de ser fortalecido con poder? El texto nos da la respuesta: Para toda paciencia y longanimidad.  Y ¿Por qué? Porque el hecho de ser creyente en Cristo no exime a ninguno de las calamidades del mundo, ni del sufrimiento, ni de la pobreza, ni de la enfermedad. Jesús dijo: “En el mundo tendréis aflicción, mas confiad, yo he vencido al mundo”. Tampoco pensemos que Dios no puede obrar milagros; lo que sucede es que la realidad del pecado ha hecho esta vida muy miserable, pero gracias a Dios que en Cristo tenemos la esperanza de una vida mejor. Vale la pena recordar las palabras de Pedro en su primera carta 1 Pedro 5:7-10 donde reconoce este hecho diciendo: “sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.”
         
Finalmente, con gozo, significa que las oraciones y las peticiones hechas a favor de los colosenses son hechas con gusto por parte de Pablo y sus compañeros.  Y este gozo que es mutuo, va acompañado de acciones de gracias por cuanto Dios les ha dado a ellos y a los colosenses la capacidad de ser aptos para ser participantes de la herencia de los santos en luz.
Santos (separados) en luz; y en oposición a quienes se “separan” de la luz y se acercan más a las tinieblas, que a la luz, porque sus obras son malas (S. Juan 3:19). Así, de manera contrapuesta, el que cree a Dios viene a la luz y se separa de las tinieblas. Ama la luz y anda en luz como Él está en luz.
Nuevamente repite, con gozo y con acciones de gracias porque hemos sido trasladados de las tinieblas a la luz, al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención (hemos sido comprados) por su sangre, y el perdón de nuestros pecados nos ha sido concedido. Esto no quiere decir que ahora tenemos libertad para pecar. Todo lo contrario. “Esta es la voluntad de Dios; que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos; como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo. ¡No! ¡Así no! sino como siervos de Dios (1 Pedro 2:15-16) y (1 Pedro 1:13-15) ¡Oh cuánto fanatismo y cuán grande la locura del apóstol y sus colaboradores! Pensemos: ¿Locura, o mandamiento divino?

Podemos resumir la lectura de este grupo de versículos de la siguiente manera: Lo que hemos oído acerca de vosotros ¡Oh colosenses! Nos motiva a orar por ustedes y pedir a Dios que les llene del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual para que se comporten y se conduzcan como corresponde a hijos de Dios y le agraden en todo, fructificando en todas las buenas obras que hacen. Oramos con gozo para que sean fortalecidos por el poder de su gloria. Para que sean capaces de soportar toda tribulación y toda situación adversa. Al mismo tiempo damos gracias a Dios, porque a ustedes, y a nosotros, Él nos ha hecho aptos para ser participantes de una herencia, inmaculada e inmarcesible reservada para nosotros. Y porque hemos sido librados de las tinieblas y hemos sido trasladados al reino del amado Hijo de Dios. Para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a la concupiscencia de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

NADIE HA HABLADO COMO ESTE HOMBRE

LA MÁS PEQUEÑA DE LAS SEMILLAS

MEJOR QUE SE LES ATE UNA PIEDRA AL CUELLO