NADA QUE NO SE SUPIERA
Pablo
dijo haber sido instruido, dijo haber aprendido a contentarse cualquiera que
fuera su situación
Las palabras “todo lo puedo en
Cristo” que se hallan en el texto bíblico de Filipenses 4:13 se han convertido en una frase muy celebrada en los círculos
cristianos de tinte positivista. Es enunciada a gran voz, exaltada en algunos
sermones, y sin embargo es extraída de su contexto escriturario para enseñar que “en Cristo” podemos obtener todo lo que
queremos, deseamos, anhelamos y buscamos.
Este
estilo “hermenéutico” y/o modo de interpretar el texto bíblico no es correcto,
ni legítimo, ni saludable. Leyendo con cuidado la carta de Pablo a los
filipenses, atendiendo a la construcción gramatical de sus ideas, cualquiera
llega a descubrir que, la intención del apóstol no era dar a conocer el
descubrimiento de una nueva fórmula para lograr sueños personales.
Sin
ir tan lejos, solamente, observe usted mismo los versículos del capítulo
4:10-13 de la carta y dése cuenta que Pablo se goza porque los hermanos de
Filipos le han enviado ayuda material. Les agradece, pero no porque tenga
escasez, dice él: “pues
he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.” Luego agrega: “Sé vivir
humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así
para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para
padecer necesidad. Y manifiesta que, en Cristo, él puede sostenerse en pie en medio de todas las
circunstancias de la vida. Por ello declara: “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.”
Una simple comprensión de lectura nos hace entender que, su intención es dejarle saber a los lectores que en cualquier situación y/o condición en la que se encuentre, seguirá cumpliendo con la tarea que le ha sido encomendada.
Y
digo ahora: si en lugar de repetir un versículo de la Biblia, y más bien reflexionáramos sobre lo escrito, ¿no fuera
mejor? Y más todavía:
¿Tenemos la misma madurez y convicción para declarar lo mismo, no por un acto
de memoria repetitiva, sino por evidencia cierta?
Algo
más para terminar: Algunas versiones
nuevas de la Biblia han añadido en
el versículo 12 las palabras “he aprendido el secreto.”
A decir verdad, no existe cristiano alguno
que crezca espiritualmente, y que obtenga tal madurez en la fe, a menos que esté fundamentado sobre el testimonio de las Sagradas
Escrituras y que en medio del fragor de la vida sea testigo ocular de la gracia
de Dios a su favor como testificaron los fieles del Antiguo Testamento, y como
lo expresaron los creyentes del Nuevo Pacto. Es en medio de este vivir que
somos instruidos por Dios para que en nosotros haya contentamiento; porque
escrito está: “Pero
gran ganancia es la piedad con contentamiento. Porque nada hemos traído
a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo
sustento y abrigo, estemos contentos con esto (1 Timoteo 6:7-9). Dígame: ¿De
cuál secreto no estamos enterados?
Ciertamente,
vivimos en un mundo que amedrenta, que oculta la verdad y desvía el alma de los
hombres; pero también tenemos un testimonio digno de ser analizado, el cual, ha
sido en gran manera bendición para mi casa, como en la vida de muchos de mis compañeros
y hermanos de la fe de Cristo.
En
lugar de evaluar una vida victoriosa en Cristo, con base en las adquisiciones
materiales, y los triunfos personales ¿Por qué no evaluarla con base en los frutos
de justicia, según el Espíritu Santo, que en nosotros deben manifestarse?
¿Podemos dar fruto? O ¿No se
puede?
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