HE APRENDIDO Y SÉ VIVIR (Filipenses 4:11)

El Señor Jesucristo oraba: “no te ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.” El mundo, en el cual vivimos, es un mundo lleno de maldad; y precisamente de esa maldad es que el Señor ruega que seamos guardados. ¿Por qué? Porque, precisamente la maldad que existe en el mundo nos tienta y empuja a tomar decisiones que nos pueden alejar más y más de Dios; y las injusticias de la vida nos empujan a creer que Dios no tiene cuidado de nosotros. Una verdad es cierta para todos: este es un mundo de maldad del cual debemos guardarnos. La Biblia nos exhorta de la siguiente manera: “amado no seas vencido de la malo, sino vence con el bien el mal.” Ahora, ¿Qué bien podemos hacer para vencer ese mal del mundo llamado necesidad económica? No estamos diciendo que hay que renunciar al derecho del sustento diario y al cubrimiento de las obligaciones; pero tampoco podemos ver el mensaje del evangelio como sinónimo de soluciones estrictamente financieras. Se nos olvida que Jesuc...