LA ORACIÓN DEL JUSTO Y LA GRACIA DE DIOS

ESTA ES LA ORACI Ó N DEL JUSTO “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. Bendito sea Dios que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.” (Salmo 66:18-19). Las palabras “si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad” indican una de las maneras de responder a las circunstancias difíciles de la vida, cual es, actuar bajo el impulso de emociones desenfrenadas y decidirse por tomar un curso de acción que, aunque sabemos que es malo, pensamos que así vamos a lograr la solución del problema. El escritor del salmo en cuestión dice claramente que si él hubiese cometido un acto contrario a la voluntad de Dios, “no lo habría escuchado.” Y ¿Por qué? Porque recurrir al pecado, como medio de salida a su problema, lo coloca en una posición totalmente contraria a la voluntad de aqu...