MANOS A LA OBRA

¡MANOS A LA OBRA, ES HORA DE EMPEZAR! A nuestra vida llegan momentos en los que momentáneamente reflexionamos sobre nuestro pasado, e inmediatamente concluimos cuán agradable sería regresar el tiempo para corregir los errores cometidos, o para volver a tener aquella oportunidad que dejamos pasar, o tal vez, para realizar aquello a lo cual nunca le dimos un inicio. Pero la vida es así. No nos permite retroceder en el tiempo, los errores ya se han cometido, la oportunidad no vuelve bajo las mismas circunstancias, y otras veces se nos ha hecho demasiado tarde para remediarlo todo. Es triste, pero así es. Nos causa dolor no poder volver a empezar y continuamos la vida cargando ese sentimiento con la esperanza de que algún día las cosas mejoren, o confiando en que mañana será mejor. Por esta razón abunda en nuestro tiempo el lenguaje positivista que, aunque se escuche “muy positivo,” toda la ayuda que ofrece es un vocabulario que solo estimula en las personas sentimientos de optim...